LA PSORIASIS Y SU TRATAMIENTO NATURAL
Afirma Louise L. Hay, que hay una serie de "modelos mentales probables" que crean enfermedades en el cuerpo, y también una serie de afirmaciones mentales que repetidas constantemente, ayudan en su curación.
Para ello, asocia cada parte del cuerpo a los problemas que una persona puede estar atravesando como una probable causa de la enfermedad y tratando de resolver estos problemas, habríamos dado con la causa desencadenante y los tratamientos serían muchos más efectivos.
En el caso de la piel afirma que representa nuestra individualidad y los problemas dérmicos suelen significar que de algún modo la sentimos amenazada. Tememos que otros tengan poder sobre nosotros. Nos sentimos despellejados vivos, le arrancamos a alguien la piel a tiras, tenemos afinidades o rechazos de piel, decimos que un niño es la piel de Barrabás, andamos con los nervios a flor de piel...
Una de las maneras más rápidas de curar los problemas de piel es nutrirse uno a sí mismo repitiendo mentalmente varios centenares de veces al día "me apruebo". Así recuperaremos nuestro propio poder.
¿Qué es la psoriasis? Su descripción es:
Placas rojizas recubiertas de escamas, en torno a las que se forma un halo de piel pálida, lisa, con pliegues muy finos, como papel de seda.
La psoriasis tiene focos predilectos: las rodillas, los codos, el sacro, el cuero cabelludo... como curiosidad tenéis que saber que psoriasis es un vocablo que viene del griego y que significa "erupción sarnosa".
Los enfermos que padecen de psoriasis, no se rascan. Según las obras médicas, esta enfermedad a veces se define como no-puriginosa pero se puede afirmar que hay personas que la padecen que sí que se rascan. Son casos muy raros.
Independientemente de los picores, un hecho es indudable, la causa de la psoriasis todavía se desconoce aunque las últimas investigaciones apuntan a un factor genético. En esta enfermedad, desde Hipócrates, la medicina no ha dado un gran paso, aunque hay medicinas que la alivian, no se conoce una curación completa.
El factor alimentación es muy importante, así también lo es el estado emocional y la eliminación de tóxicos como café, alcohol. tabaco...
Esta enfermedad estaba muy difundida en la antigüedad. Herodoto habla de ella y también la mencionan los evangelios bajo el nombre de lepra blanca. La descripción del leproso que se aproxima a Jesús para pedirle que le cure resulta familiar; probablemente se trataba de un "psoriático" y no de un verdadero leproso (lepra negra). El hecho de que estos leprosos (psoríáticos) curaran enseguida permite suponer que las causas de esta enfermedad en muchísimos casos, son de origen psíquico, aunque hay otro factor muy revelador y es el hecho de que Jesús los enviara a bañarse en el Mar Muerto y que de esa manera sanasen. Hoy por hoy, sabemos que la salinidad concentrada en el Mar Muerto y la radiación solar que allí se produce es un remedio casi milagroso para muchísimas enfermedades de la piel, y los productos que se extraen de él, como barro, jabones, la sal y cremas preparadas con ellos, son absolutamente eficaces. Esto es algo confirmado por la medicina moderna.
El Aloe Vera funciona bien, en uso externo, para la psoriasis. Elimina picores, suaviza la piel y la cicatriza aunque la desventaja es que quizá la reseca demasiado y posteriormente hay que utilizar alguna crema grasa o incluso aceite de oliva para evitar este resecamiento.
Hay otra planta que para la piel, que es verdaderamente mágica. Me estoy refiriendo a la Bardana. No sólo es un antibiótico natural, es un depurativo perfecto para las toxinas que se eliminan por la piel, y una de las poquísimas plantas con efecto interno y por contacto. El solo hecho de tocar la planta, alivia las enfermedades de la piel. En el caso de la psoriasis hay que tomar extracto bardana, según que preparados, suelen ser 20 gotas en un vaso de agua o de zumo, 3 veces por día. Se puede encontrar fácilmente en herbolarios. Puedes también rebajarlo un poco con agua y aplicarlo en compresas en las zonas afectadas o incluso echarlo en una base de glicerina y preparar un ungüento. En este caso la glicerina suaviza la piel y la bardana ejerce su poder curativo.
Existe también una fórmula magistral para tomar en infusión. Se compone de 10 gramos de Tomillo, 10 de Menta, 10 de Serpol y 10 de hojas de Naranjo. El tratamiento se prolongará durante 21 días, con una interrupción de 4 días, luego se reanuda por 21 días más. Y si es necesario, se repetirá el ciclo. La dosis es de dos vasos diarios, y la cantidad una cucharada rasa sopera para cada vaso de agua.
No olvides evitar las carnes rojas en alimentación, las comidas copiosas, los excitantes... trata de comer verduras y frutas frescas y algo también muy importante, respeta las 8 horas de sueño que necesitas cada día.
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