EL POLEO
Castellano: poleo menta.
Catalán: poliol, puliol, puliot, puriol, poliol d’aigua, poliol negre, herba cuquera, herba de Sant Ponc.
Eusquera: txortalo.
Gallego: poexo, poenxo, poenjo.
Portugués: poejo, hortela-pimenta.
Francés: pouliot.
Italiano: puleggio.
Inglés: pennyroyal.
Alemán: polei.
El poleo, planta herbácea anual de la familia de las labiadas, de 10 a 30 centímetros de altura, se reconoce por sus tallos rastreros, de cuatro esquinas que atraigan en los nudos inferiores.
Hojas opuestas, ovatoblongas, con algunos dientes marginales. Puestas a contraluz se observan numerosos puntitos que corresponden a las bolsitas de esencia. Estas bolsitas hacen que al restregar la planta entre los dedos se perciba un fuerte olor a menta.
Crece en lugares inundados temporalmente, prados y campos húmedos, preferentemente sobre suelos silíceos o aluviones de los valles fluviales.
El poleo aparece ampliamente difundido en el continente eurasiático.
La floración de esta planta se produce a principios del verano; dura hasta el otoño.
PROPIEDADES TERAPÉUTICAS
Las propiedades terapéuticas del poleo se equiparan a las virtudes de la menta. Pío Font Quer, en Plantas medicinales, dice al respecto:
“En general, el poleo se considera un buen tónico estomacal, digestivo y carminativo...”
Dioscórides, tomado de los comentarios del doctor Andrés de Laguna, dice: