EL FICUS Ó ÁRBOL DEL CAUCHO. JARDINERÍA.
Las especie más conocida del ficus nos viene de la India. En la habitación no florece, pero nos deleita por su crecimiento gallardo. Es una planta que se desarrolla bastante y por ello es indicada para habitaciones grandes.
Siempre ha de gozar de claridad (tanto en verano como en invierno), aunque no le conviene el sol fuerte. Su desarrollo se mantiene mediante riego abundante y uno de ellos con abono cada dos semanas. Es importante lavar las hojas cada dos o tres semanas. Los poros de la planta quedan así libres y pueden respirar y dar al conjunto un alimento extra, el del aire.
El cambio de maceta viene, según lo que crezca, cada 2 ó 3 años. La composición de la tierra debe ser de tierra de hojas y estiércol, con un poco de arena. La reproducción es por medio de vástagos, que se meten en agua para la creación de raíces, y luego se plantan en un semillero con tierra nutritiva, que estará bien húmeda y se situará a la sombra. Es importante preservar al ficus de las corrientes y que, a ser posible, reciba siempre el sol matinal. En invierno la temperatura no debe bajar de los 10º C.
En tormo al ficus o árbol del caucho suele haber discusiones entre los amigos de las flores y plantas. Con envidia se alaban las "buenas manos" del que consigue un desarrollo espléndido de la planta, mientras que a otros, al cabo de más o menos tiempo, se les quedan colgando tristemente las hojas. Las de abajo empiezan a ponerse amarillentas y al cabo de año escaso, muere.
En primer lugar hay que decir que quién quiera tener también en invierno un ficus en un interior caliente debe decidirse por el ficus elástica, que es sin duda alguna el más resistente y duradero.