IMPOTENCIA Y FRIGIDEZ, TRATAMIENTO NATURAL
Siempre que creamos que sufrimos de impotencia o de frigidez, debemos acudir a un profesional que nos analice y diagnostique que realmente esta disfunción, ya que en muchas ocasiones son denominadas incorrectamente así las situaciones de falta de entendimiento o diálogo con la pareja que, más que la ayuda de un urólogo, precisan de una terapia psicológica que rompa las fuertes barreras que provoca la incomunicación.
En ocasiones el estrés, la ansiedad y la depresión son motivos suficientes para hacer perder al individuo el apetito sexual. En este caso, se tratará en primer lugar el desorden nervioso.
Si realmente estamos hablando de impotencia o frigidez, tendremos que descartar en primer lugar las posibles causas físicas (estas son menos del 10% de los casos) para acudir posteriormente a un sexólogo que pueda ayudarnos a resolver el problema.
Al tratarse de un problema generalmente psíquico y específicamente de la pareja, las plantas únicamente podrían constituir un complemento de la terapia psicológica base.
Sin ilusión, no hay afrodisíaco que funcione. Sin embargo cuando las fuerzas menguan y la persona se siente desganada, si podemos aprovechar las virtudes de algunas hierbas que actúan como estimulantes de las funciones sexuales y como vasodilatadores suaves.