TRATAMIENTO NATURAL PARA LAS QUEMADURAS
Al hablar de quemaduras, me refiero a lesiones de la piel o mucosas por exposición a una fuente de calor excesivo o por un producto cáustico.
La piel puede estar dañada más o menos profundamente presentando quemaduras de primer grado (epidermis superficialmente afectada), de segundo grado (epidermis afectada en todo su espesor) o de tercer grado (la dermis y el músculo están dañados).
Muy frecuentes son las quemaduras solares, actualmente demasiado difundidas por la escasez de la capa protectora de ozono, y muchas veces más graves a medio o largo plazo de lo que aparentan.
Las quemaduras cursan con dolor más o menos grave según su grado y pueden provocar ampollas o verdaderas heridas.
El tratamiento varía según la gravedad de la lesión. Sí observamos quemaduras extensas o con daño profundo, debe trasladarse al herido inmediatamente a un centro hospitalario de urgencias.
En caso de quemaduras leves, la primera recomendación es hacer uso del aloe vera. Siempre es recomendable tener en casa una o varias plantas de aloe vera. Se trata de cortar una hoja, quitarle los bordes espinosos y cortarla por la mitad a los largo de la hoja. Ponla sobre la quemadura para que la mantenga siempre húmeda, frótala suavemente para que la baba del aloe impregne la quemadura, al principio escocerá un poco, pero son solo unos segundos, luego empezarás a notar el alivio. A veces es necesario renovar la hoja porque se va secando, y es necesario seguir haciendo esto incluso durante una hora o más, pero merece la pena porque no aparecerán ampollas ni la quemadura dejará cicatriz. Este método está especialmente indicado en caso de accidente doméstico, cuando salta el aceite al freír una comida. He sido testigo en bastantes casos de este tipo, con quemaduras por aceite hirviendo con quemaduras de tamaño considerable, y puedo asegurar que después de una o dos horas manteniendo esta cura, no ha quedado ni rastro de la quemadura ni mucho menos han aparecido ampollas. En caso quemaduras solares, este método está igualmente recomendado.
Las quemaduras leves también pueden tratarse rociando o empapando la zona enrojecida con una infusión fría de menta+Hipérico, a partes iguales, manteniéndolas siempre frescas (con ventilador, etc).
Si aparecieran ampollas, estas deben abrirse suavemente con una aguja bien esterilizada y aplicaremos a continuación aceite de lavanda.
Para las quemaduras solares resultan muy efectivas las aplicaciones de aceite de hipérico, siempre en frío.
Las quemaduras por productos cáusticos requieren siempre la visita al especialista.
Aquellas quemaduras pequeñas causadas por fuego u objetos ardientes pueden ser aliviadas por cataplasmas frías de patata cruda en rodajas y sujetadas con una gasa o venda. También puede utilizarse la pulpa de una berenjena.
Si se trata de quemaduras solares, aparte del aloe vera, existen en el mercado cremas adecuadas para ello y basadas en sustancias naturales. Sin embargo, el zumo de zanahoria al que se le añadirán dos o tres cucharadas de arcilla (engordará la mezcla a la vez que aporta sus propiedades curativas) constituye un ungüento excelente para calmar y desinflamar dichas quemaduras. Mantener la zona quemada (espalda, pecho, cara...) y el ungüento que lo cubre siempre fresca colocando un ventilador o similar al lado del enfermo.
También son efectivas las compresas de malvavisco y las de hojas de lechuga ligeramente cocidas y frías.
0 comentarios:
Publicar un comentario