AROMATERAPIA MÁGICA: LOS ACEITES ESENCIALES
La aromaterapia mágica se basa en tres formas aromáticas:
- Las plantas frescas.
- Los materiales de la planta seca.
- Los aceites esenciales.
Las plantas frescas contienen grandes cantidades de energía. Un pequeño arbusto, en plena floración, emite a su alrededor un verdadero estallido de poder aromático. Lo mismo ocurre con las ramitas, hojas y ramilletes de flores que se recogen del mismo.
Las hierbas frescas, dado que los aceites no esenciales han evaporado de ellas durante el proceso de secado, son ideales para muchas formas de aromaterapia mágica. Las flores que pierden su esencia cuando se secan se tienen que utilizar frescas o en forma de aceite esencial.
La mayoría de estas plantas se pueden criar en casa, en pequeños jardines o en contenedores. Es una excelente manera de garantizarnos un suministro seguro de elementos para aromaterapia mágica. Si los inviernos son duros donde vivimos, podemos criar tiestos con plantas que podamos meter en casa hasta que el peligro de que se hielen haya pasado.
Muchos de los elementos exóticos utilizados en la aromaterapia mágica se encuentran en estado seco, como por ejemplo las especias. Las hierbas secas forma parte importante de la aromaterapia mágica y son tan valiosas para esta práctica como los materiales frescos de las plantas y los aceites esenciales. La ventaja es que son muy fácil de conseguir por poco dinero en herbolarios.
Loa aceites esenciales no son aceites. No son grasientos, suelen ser claros como el agua y se evaporan con rápidez, cosa que no ocurre con los aceites genuinos. Los aceites esenciales son en realidad sustancias volátiles y aromáticas que se producen de forma natural en el interior de determinadas plantas. Son los que dan a las rosas, el ajo y a todas las demás plantas aromáticas sus olores característicos.
Trataremos aquí, en profundidad estas tres formas de olores, la manera de visualizar con ellos, su diversidad, los perfumes, los inciensos, su historia, sus empleos.
Los aromas sirven para elevar la espiritualidad, agudizar la conciencia psíquica y producir un sueño reparador. Ciertas esencias aumentan la energía física y la actividad mental, reducen los efectos del estrés y protegen nuestro cuerpo.
Se trata de una práctica comprobada que hace poco ha sido redescubierta, un regalo de los siglos anteriores que podemos utilizar para mejorar nuestras vidas.
Los seres humanos tienen a las plantas entretejidas en sus vidas de manera inextricable. Las plantas aromáticas han sido honradas de un modo especial desde los tiempos más antiguos. Se utilizaban en ritos religiosos y mágicos, así como en las artes curativas. Estas tres prácticas eran fundamentales antaño para la existencia humana (y para muchas personas siguen siéndolo).
Las grandes civilizaciones desaparecidas de Oriente Medio y el Mediterranéo glorificaron el aroma, haciendo que formara parte de sus vidas. Aunque menos conocido, el empleo de la magia aromática entre los indios americanos y los hawaianos antiguos era muy corriente. También analizaremos aquí los poderes que los pueblos antiguos encontraban en las plantas aromáticas.
Las plantas más raras, costosas y aromáticas han sido ofrecidas en sacrificio a los dioses y las diosas. A pesar de que su intención era la de agradar a las divinidades, el humo del incienso influía también en los adorantes. El humo que desprendía el incienso quemado, por ejemplo, elevaba inmediatamente la participación espiritual de los asistentes a los ritos.
Además, los aromas concretos eran utilizados en el ritual mágico para alcanzar el estado adecuado de conciencia que se necesitaba para prácticar la magia. Estas prácticas siguen vigentes y de ellas procede el empleo de los aceites aromáticos y del incienso entre las personas y en las ceremonias mágicas.
Aquí, en este espacio, trataremos de todo ello, y aprenderemos a utilizar las distintas fragancias correspondientes a cada momento, rito, enfermedad, actividad y todo lo que nos pueda ayudar a mejorar nuestra condición de vida.
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