LOS CAQUIS: TESOROS RICOS EN VITAMINAS
El intenso color y el dulzor de la pulpa del caqui, también llamado palo santo, levanta pasiones. Esta fruta de otoño, original del este asiático, encierra un tesoro de nutrientes de gran interés para nuestra salud. Conócelos uno a uno:
Un caqui de tamaño medio proporciona la mitad del betacaroteno, el pigmento que lo tiñe de su peculiar color naranja, que requerimos a diario. Los beneficios de este "colorante" se cuentan a pares, ya que refuerza la mucosa de los pulmones, aparte de reducir el riesgo de sufrir resfriados, bronquitis, etc. Es junto al mango, la fruta que mejor mantiene la salud de las vías respiratorias de los fumadores.
El caqui es un gran protector ocular. Por su riqueza en betacarotenos, el consumo del caqui, mejora la visión en condiciones de luz escasa, combate la excesiva sensibilidad a la radiación solar y reduce la molesta sensación de sequedad ocular.
Es por otro lado, una de las pocas frutas que se encuentra en posesión del trio de vitaminas de mayor poder anti-edad (vitaminas A, C y E). Su consumo regular ayuda a retrasar los signos de la edad y a lucir una piel más joven, tersa y luminosa.
Esta fruta también mejora el estado de la mucosa intestinal de las personas que sufren enfermedades inflamatorias, como la colitis ulcerosa, la diverticulosis o la enfermedad de Crohn. Recuerda que cuánto más áspero y menos dulce, más astringente resulta y, cuanto más maduro, mayor es su poder laxante.
El caqui puede convertirse en un sano tentempié de gran efecto saciante.
Utilízalo también para la elaboración de tus dulces caseros, serán menos calóricos y ganarán una dosis extra de vitaminas.
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