RECETAS DE BELLEZA NATURALES UTILIZANDO PLANTAS
Muchos productos de la cosmética actual, bajo la etiqueta de un nombre sofisticado o una marca exótica, contienen los mismos ingredientes que desde hace años se utilizaban con sus nombres naturales: leche de almendras, de pepinos, agua de rosas, huevo, limón, etc. En el pasado gozaron de fama preparados a base de hierbas que todavía son válidos hoy. La manzanilla, el lirio, el brezo y otras plantas poseen cualidades que pueden contribuir al cuidado de la belleza de la mujer y el hombre de hoy.
Celulitis
La celulitis es una forma de obesidad difícil de eliminar. Además de la dieta exenta de pan y de líquidos, se trata bebiendo cada noche, antes de acostarse, una taza de infusión de equiseto (llamado cola de caballo), ideal para la eliminación de toxinas, en dosis de 5 g de planta seca en 5 decilitros de agua.
Diuréticos
La diuresis abundante es el requisito primordial e indispensable de nuestro cuerpo. Diuréticos naturales y muy eficaces son la infusión de retama, bebida en dosis de 2-4 tacitas al día.
Celulitis
La celulitis es una forma de obesidad difícil de eliminar. Además de la dieta exenta de pan y de líquidos, se trata bebiendo cada noche, antes de acostarse, una taza de infusión de equiseto (llamado cola de caballo), ideal para la eliminación de toxinas, en dosis de 5 g de planta seca en 5 decilitros de agua.
Diuréticos
La diuresis abundante es el requisito primordial e indispensable de nuestro cuerpo. Diuréticos naturales y muy eficaces son la infusión de retama, bebida en dosis de 2-4 tacitas al día.
Hervir 25 g de flores en un litro de agua durante 20 minutos.
Otro infuso cuya acción se considera sorprendente es el de malva: 25 g de hojas tiernas de malva en 5 decilitros de agua, que se filtra y bebe en ayunas durante 25 días.
La altea posee también excelentes propiedades adelgazantes: 50 g de sumidades floridas de esta planta, maceradas en vino blanco seco y después filtrado, proporcionan una poderosa bebida diurética y laxante, que se beberá antes de las comidas.
Baño estimulante
Un baño estimulante, después de una jornada especialmente fatigosa, es el de tomillo, añadido al agua del baño:
La altea posee también excelentes propiedades adelgazantes: 50 g de sumidades floridas de esta planta, maceradas en vino blanco seco y después filtrado, proporcionan una poderosa bebida diurética y laxante, que se beberá antes de las comidas.
Baño estimulante
Un baño estimulante, después de una jornada especialmente fatigosa, es el de tomillo, añadido al agua del baño:
Pon en la bañera 40 g de tintura de orégano, 2 g de tintura de tomillo y 350 g de bicarbonato sódico (disuelto en alcohol).
Manos blancas
Se toman dos puñados de hojas de malva, 4 clavos de especia y se ponen en agua de rosas, en cantidad suficiente para cubrir.
Esta beneficiosa relajación permite a los principios activos contenidos en la máscara actuar sobre la piel con mayor eficacia.
Arrugas en la cara
Se toman 20 g de zumo de raíz de lirio y se mezclan con una cantidad igual de miel y 10 g de cera blanca fundida. Se aplica la crema durante unos minutos.
Piel clara y luminosa
Se toman dos puñados de hojas de malva, 4 clavos de especia y se ponen en agua de rosas, en cantidad suficiente para cubrir.
Después de 2 ó 3 días de maceración se retirarán los clavos y se añadirán las hojas bien machacadas a una crema neutra adquirida en una farmacia.
Se aconseja preparar poca cantidad cada vez y no conservarla largo tiempo. Solamente así la crema consigue los efectos excepcionales de proporcionar a las manos un aspecto blanco y sedoso.
Manos suaves
Basta tomar los brotes más tiernos de la ortiga (es aconsejable usar guantes para recolectarla) y hervirlos durante un cuarto de hora con agua, dejar luego enfriar y pasar el agua sobre las manos, o bien utilizar este líquido en forma de compresas, empapándolo en algodón hidrófilo.
Sabañones
Se curan con un ungüento preparado con las hierbas aromáticas más comunes, fácilmente obtenibles: 5 g de hojas de salvia, 5 g de romero, 5 g de hojas de menta y 85 g de grasa de gallina. Se cuece el todo durante 8 minutos (se recomienda hervir lentamente, sin llegar a freír) y después se cuela y conserva en un recipiente de vidrio o cerámica.
Hojas de menta para la cara
Manos suaves
Basta tomar los brotes más tiernos de la ortiga (es aconsejable usar guantes para recolectarla) y hervirlos durante un cuarto de hora con agua, dejar luego enfriar y pasar el agua sobre las manos, o bien utilizar este líquido en forma de compresas, empapándolo en algodón hidrófilo.
Sabañones
Se curan con un ungüento preparado con las hierbas aromáticas más comunes, fácilmente obtenibles: 5 g de hojas de salvia, 5 g de romero, 5 g de hojas de menta y 85 g de grasa de gallina. Se cuece el todo durante 8 minutos (se recomienda hervir lentamente, sin llegar a freír) y después se cuela y conserva en un recipiente de vidrio o cerámica.
Hojas de menta para la cara
Tomar tres puñados de hojas de menta, bien lavadas y trituradas finamente, y mezclarlas con una tacita (de las de café) de yogur desnatado; esta mezcla se extenderá sobre la cara y el cuello; la aplicación de esta máscara tendrá la duración de diez minutos, que deberán transcurrir en el más absoluto relax, en una habitación oscura y en la cama.
Esta beneficiosa relajación permite a los principios activos contenidos en la máscara actuar sobre la piel con mayor eficacia.
Arrugas en la cara
Se toman 20 g de zumo de raíz de lirio y se mezclan con una cantidad igual de miel y 10 g de cera blanca fundida. Se aplica la crema durante unos minutos.
Piel clara y luminosa
Se toma una botella de vino blanco añejo (no dulce) y se le añaden 20 g de orégano y 20 g de semillas de anís, dejando todo en maceración durante una semana, teniendo cuidado de agitar la botella cada día.
Después de una semana se filtra el vino y se guarda en lugar fresco; se beberá un vasito cada mañana, en ayunas. Es un tratamiento que puede continuarse tranquilamente sin limitación de tiempo, siendo refrescante y depurativo.
Palidez de la piel
Palidez de la piel
Se recolectan hojas de fresa en un día de sol (preferiblemente por la mañana). Una vez eliminados los peciolos, se ponen a secar al aire las hojillas, volviéndolas del revés con frecuencia para que no se pudran.
Después, cuando queden, reducidas a fragmentos secos, se guardan en tarros de vidrio y se utilizan como un té normal, de gusto agradable (es aconsejable añadir un poco de azúcar).
Para las impurezas de la piel
Para las impurezas de la piel
Se hierven, durante dos minutos, 50 g de hojas de malva en un litro de agua, se filtra el líquido y se beben 3-4 tazas al día.
Para los granos de la cara
Para los granos de la cara
Se prepara con 10 g de hojas de yedra hervidas en 200 g de agua, se filtra y deja enfriar, y se aplica mediante compresas.
Otra fórmula: 50 g de zumo fresco de berro se mezclan con 10 gotas de esencia de almendras amargas, con lo que se obtiene un líquido detergente para usarlo contra las erupciones de la piel.
También es útil la ruda, machacada y aplicada sobre los granos.
Caspa
Caspa
Hervir 100 g de ortiga con todas sus raíces en un litro de agua, durante unos 15 minutos; se usa este infuso para aplicarlo sobre los cabellos, después de haberlos lavado.
Contra la caída del cabello
Se fricciona enérgicamente la cabeza con una infusión de albahaca, preparado con 10 g de hojas en un litro de agua.
Contra la caída del cabello
Se fricciona enérgicamente la cabeza con una infusión de albahaca, preparado con 10 g de hojas en un litro de agua.
Para los ojos irritados
El agua de flor de azulejo es una de las antiguas recetas que no ha perdido su eficacia de tónico para los ojos irritados:
45 g de pétalos macerados en 5 decilitros de agua son suficientes para conseguir una excelente loción.
La manzanilla, suavizante y calmante para los ojos, se aplica en compresas preparadas con 20 g de flor de manzanilla en un litro de agua.
Tintura para los cabellos
Para dar tonos dorados a los cabellos claros es suficiente lavarlos con un champú que se obtiene haciendo hervir un puñado de escamas de jabón blanco neutro en 5 decilitros de agua, añadiendo un ramito de hojas de perejil.
Tintura para los cabellos
Para dar tonos dorados a los cabellos claros es suficiente lavarlos con un champú que se obtiene haciendo hervir un puñado de escamas de jabón blanco neutro en 5 decilitros de agua, añadiendo un ramito de hojas de perejil.
Para hacer el tratamiento verdaderamente eficaz es indispensable, no solamente friccionar largo rato los cabellos con este champú, sino secarlos al sol y no bajo el secador.
Con la yedra en cocimiento, se obtienen reflejos negros: 10 g de hojas en 200 g de agua.
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